HERMANDAD SCOUT
“El scout es amigo de todos y hermano de todo scout sin distinción de credo, raza, nacionalidad y clase social”
Todo el tiempo escuchamos hablar acerca de la hermandad que existe en el escultismo, pero ¿sabemos en realidad a qué nos referimos con ese término?, ¿sabemos en realidad la magnitud de lo que es la hermandad?, o, como tantas otras cosas ¿también lo tomamos a la ligera?. A fin de cuentas, Scouts o no, todos pertenecemos a una misma familia de apellido “humanidad”, sin embargo, la hermandad Scout nos lleva un paso más allá.
La “humanidad” es como nuestra familia extendida, como esos familiares lejanos a los que quizá nunca conozcamos a pesar de que sabemos que existen, en cambio, nuestra familia “Scout” es como la nuclear, esos familiares que sabes que están ahí, a los que te une un lazo sanguíneo y que tal vez no los ves muy seguido y sin embargo sabes que siempre están cerca de ti y que nunca te dejarán sólo.
Claro, siempre existen esos familiares que no nos caen del todo bien, muchas veces los hermanos no son nuestros mejores amigos, sin embargo los queremos y los aceptamos tal y como son, y no los cambiaríamos por ningún otro… parecido ocurre con la hermandad scout.
Yo siempre se los digo a mis hermanas de clan “por nuestras venas corre la misma sangre” y estoy realmente convencida de ello, lo que me une a ellas, al igual que a mis hermanos scouts, va más allá de un simple cariño, de una amistad, de una fidelidad, es algo mucho más grande, algo que tal vez no pueda describir con exactitud, lo que sé es que desde el día que decidí unirme a la familia del escultismo y que conocí a mis nuevos hermanos, las cosas para mí han cambiado en gran medida.
Hay tantas cosas que le debemos al escultismo, hay tantas cosas que en lo personal le debo que sería interminable nombrarlas, pero una de ellas es el haber encontrado a una gran familia, que como todas las otras se enfrenta a dificultades, a caídas, a problemas, pero que gracias a la unidad que caracteriza a toda familia funcional, se logra salir adelante, superar todas las dificultades que en el camino nos encontramos.
Además de la hermandad, en el escultismo y muy particularmente en el clan, he encontrado a algunas de mis mejores amigas. Amigas y hermanas porque como bien lo dijo el señor Demetrio de Falera “un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo siempre será un hermano”.
La hermandad scout es como un fenómeno natural, por el sólo hecho de que dos personas lleven en el pecho tatuada una flor de lis, es razón suficiente para quererla, sentir algo especial por ella, percibir que tienen tantas cosas en común, y no es para menos, después de todo, y aunque nos parezca bastante extraño, no todos nacimos para esto, así como no todos nacimos para ser médicos, profesores o arquitectos.
Para ser scout hacen falta algunas cualidades como el disfrutar la convivencia con la naturaleza, ser golpeado por tus hermanos y al final abrazarlos, prender una fogata bajo la lluvia para cocinar algo que al final no podrás comer porque el tiempo se terminó y hay que ir a la pista comando o a la plaza desafíos donde te enfrentarás con un hermano al que tal vez acabas de conocer hace un par de horas y ya lo quieres como si llevaran toda una vida juntos.
Y ¿cuántas veces no hemos escuchado esas cosas de “quítense los colores de la pañoleta”? ¿acaso eso se puede? Y si se pudiera ¿para qué lo haríamos? ¿no es que sin importar el color de la piel todos somos iguales?.
Algunos de mis hermanos de la familia “humanidad” tienen la piel blanca, otros la tienen negra, otros amarilla y eso no cambia en nada lo que siento por ellos, lo mismo me pasa con mis hermanos scouts, no me importa el color de su piel, de sus ojos o de su pañoleta, lo único que me une a ellos es una flor de lis marcada en lo más profundo del pecho, esa flor que me hace quererlos si bien es cierto que no a todos de la misma forma, porque cada uno es diferente es por eso que con algunos nos sentimos mas identificados que con otros, igual que nos pasa con nuestros compañeros de la escuela, con nuestra familia de apellido o con cualquier otra persona.
La hermandad scout es algo más trascendente que los colores de una pañoleta, es cuestión de sentimientos y no de telas, es algo más del espíritu que del cuerpo, la hermandad es un sentimiento que como el del amor o el de la amistad, no podemos verlos o palparlos, simplemente podemos sentirlos.
Alguien una vez dijo “un amigo es el que en las dificultades acude a ti sin que se lo pidas” yo, hoy digo “un hermano es el scout que siempre está contigo”.